Claman por ti las recónditas piezas azules de mi espectro.
En este rincón de mi habitación siento como esa nada gris se burla frente a mis ojos.
Aquello que aún permanece intacto. Lo puro, pasivo y blanco.
El oxígeno que se me escapa de mis pulmones y no recupero.
El oxígeno que se me escapa de mis pulmones y no recupero.
El veneno que recorre y corroe mi cuerpo.
La mala predisposición a soltar y saltar que gobierna a su superior...
¿Puedo volver a nacer?
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