Tú, mujer valiente, mujer que amas,
deleita sus deseos y alimenta sus sueños,
que conquistas al mundo con solo una mirada.
Tú, hombre sincero, hombre que amas,
adormece sus angustias con dulces palabras,
que apasionas hasta el viento y el agua.
Han de descubrir sus confesiones en un valle perdido,
y la fragilidad que tiñe sus muros dormidos;
Mas, solo contemplando con ternura,
deseando así protegerlos,
procurando jamás sacar provecho,
y con suaves tonadas al corazón,
enriquecer sus almas y apaciguar todo dolor.
deleita sus deseos y alimenta sus sueños,
que conquistas al mundo con solo una mirada.
Tú, hombre sincero, hombre que amas,
adormece sus angustias con dulces palabras,
que apasionas hasta el viento y el agua.
Han de descubrir sus confesiones en un valle perdido,
y la fragilidad que tiñe sus muros dormidos;
Mas, solo contemplando con ternura,
deseando así protegerlos,
procurando jamás sacar provecho,
y con suaves tonadas al corazón,
enriquecer sus almas y apaciguar todo dolor.
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