Izdirap

Esos acordes remitirán siempre
el brillo de tu soledad junto a la mía;
Y esa melodía guardará eternamente
el dulce recuerdo de tu esencia evasiva.
La breve riqueza de nuestro cuasi-romance,
el tenue destello de tu amor en el aire.
Jamás desvanecerá la huella mnémica,
mas jamás pediré a los cielos quitarme la venda.
Así, vida, como te recuerdo;
así quisiera permanezcas en mis tiempos,
con la astucia de los vientos,
con la inocencia de mi credo.
Perteneces a la eternidad,
allí entre el egoísmo y la bondad.
No me corresponden los azares de tus sueños,
ni el fruto de tu vida;
no me corresponde ni el jugo de tus besos,
ni la raíz de tus sonrisas.
No eres mío, no soy nadie;
sólo tristeza y agonía.